Es importante, diría trascendente, tener el conocimiento de la nueva normativa que impacta en nuestra vida, en este caso al paciente y familiar con discapacidad.
Recientemente se ha dictado la resolución 558/2016 que cambia la modalidad para evaluar y certificar la discapacidad.
Esta normativa está dirigida a las juntas evaluadoras, no a los pacientes que requieren el certificado de discapacidad.
Sin embargo existe un tema que se ha comenzado a instalar que es la dificultad para obtener el certificado de discapacidad.
En este tema es trascendente: el paciente antes de concurrir al médico que confeccionará el resumen de historia clínica que deberá presentar en la junta, debe conocer cuáles funciones se han visto limitadas desde el diagnóstico y/o evolución de la enfermedad.
En estos casos se sugiere al paciente que recuerde que actividades realizaba antes, aún las más simples, y que al día de hoy ha dejado de realizar.
Sucede que la mayoría de las veces las personas naturalizan la limitación en las actividades que realizaban, tanto es así, que se quedan pensando ante el interrogatorio.
Por ello, antes de concurrir al médico que efectuará el informe, que reitero no debe ser una publicación académica, se debe mencionar analizar todas las actividades que lentamente fueron dejadas de lado por la enfermedad que los afecta, para luego suministrar la información al profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario